miércoles

la gente bonita.


Conocer estos chicos al peo hace varios años atrás
y habérmelos reencontrado hace dos años,
desde entonces son parte de mi vida y lo agradezco enormemente.


Aguante Godot.

domingo

what?

Estaba en un supermercado con una loca X y a la entrada había un empleado viejo pelado que nos miraba feo y nosotras cachábamos (no sé cómo) que ponía una bomba en la torre de latas de atún y de alguna manera eso nos iba a vincular y nos echarían la culpa y quedaría la kagá. Entonces el viejo se paseaba esperando el momento y cuando nos acercábamos a la caja a pagar. se activó la bomba. Algo pasó que nos dio tiempo para irnos justo pero también algo me atrasó al tomar el vuelto, las manos y también los billetes eran torpes.No pasaba nada y no nos detenían, pero yo sentí una rabia asqueroso por el viejo que salió corriendo, entonces lo perseguí.


Lo seguí unas cuantas cuadras y se metió a una casa (que quizás era suya o no sé, porque abrió la reja y la cerró) pero yo no pude hacer eso, por lo que decidí pasarme la reja, pero era gigantísima, alta y con unas puntas arriba, pero la adrenalina me hizo llegar al otro lado. Nuevamente aparecía acompañada de alguien X, y llegaba a una habtiación rosa que tenía puertas blancas, en realidad eran como pasillos anchos con puertas blancas. Entrábamos a una pero muy tensamente porque no sabíamos qué chucha pasaría o habría; por lo cual yo decidí marcar con la uña en la pared el número de "habitación" en la que íbamos como pistas para devolvernos en cualquier momento (en ese  momento me pareció ingenioso pero ahora que lo pienso, no tenía ninguna utilidad).


La wea era muy rara, porque algunas puertas conducían sólo a que se asomara gente, otras como a pieza de motel, otras tenían figuras que ya no recuerdo, etc. Aunque no había nadie físicamente vigilándonos, se sentía super fuerte como que sí. Cuando pareció abrirse una puerta tenebrosa, de la cual me imaginé zombies y monstruos, de la nada todo empezó a retrocederse como una cinta de video y llegaba a no sé dónde y veía como una pantalla y un cartel de videojuego para escoger los destinos de la aventura. 


Según indicaba el mapa, ya había estado en el sector este y había una gama de lugares para completar en el sector Oeste, que hubo una presentación como de 8 zonas y lo seleccioné. Me teletransporté flotando y llegué al mar. Sobre una tabla estaba la sirenita, la verdad el agua parecía más como de laguna y estaba casi al lado de la orilla pero parecía más profundo.


Llegaba a tierra y me subía a un bus donde habían puros extranjeros. Iban todos muy tranquilos, callados porque era como uno por país, pero de la nada kaché que eramos como 5 chilenos que aparecieron de a uno a la conversación y tirábamos la talla y todo. Yo me quedaba pensando "¿Cómo escucharán los extranjeros cómo hablamos los chilenos?"




Fin.nuestro sonido?" fin.

viernes

reporte de viernes.

Advertencia:
El referirse a esto de alguna manera sólo tiene importancia con respecto a las conclusiones nuevas y los descubrimientos propios de ahora.




Hay cosas que tienen atajos y otras que simplemente no los tienen. 


Hay cosas a las que hay que ponerles freno porque son sólo un vaso de agua rebalsándose en el líquido, y nadie se lo va a tomar. Tú no lo hiciste y yo tampoco pude hacerlo ya más. No, ya nadie se lo va a tomar. Pero al menos su egoísmo le ha permitido volver a correr la llave y mi debilidad seguía dándole sorbetones.


Heridas tenemos todos, y cicatrices unas cuantas. Yo cargo con mis cicatrices y aprendí a usarlas de cierta manera, pero él llega como un cuchillo a abrirlas un poco. Sólo él puede abrírmelas, sólo él puede herirme ahora que no tengo razones ni por qués, ni derecho ni permiso (que tampoco me los doy porque ya no los quiero), pero el llega con sus palabras de doble filo, y la sangre siempre me la terminé lamiendo sola, sola con una despedida vacía, con una mirada olvidante y con un ¿Para qué? dando vueltas en la cabeza.


¿Sabías que cuando estoy lejos de ti estoy mejor? ¿Sabías que aprendí a no necesitarte?. Miento: ya dejé de necesitarte. Sólo tú puedes hacerte necesario para mí, y aunque a veces lo logras sigue siendo algo volátil porque simplemente tú no sabes amar porque no te amas ni a ti mismo (eso me lo dijiste tú y creo que es lo único en lo que pude estar de acuerdo contigo).


Nunca pude responderme por qué no puedo odiarte todo lo que te odio, o todo lo que te lo mereces (porque te lo mereces) y recién ahora me doy cuenta que no puedo hacerlo absolutamente porque nuestro amor era tan grande, era inmenso, era demasiado poderoso y a eso no puedo hacerle la vista gorda. Nuestro amor era potente, pero hay ciertas cosas que son demasiado buenas para ser verdad. 




Podría haber terminado con simplemente un "what alwasy happens: life"
(Summer Finn - 500 days of Summer)... PERO NO.

Y todo se volvió en un: "con él me sentía más sola que cuando lo estaba por mi misma"
(Ramona Flowers - Scott Pilgrim v/s the world)... Y FRANCAMENTE.





Ya no soy la misma.
O sea sí, sigo siendo la misma como dijiste, pero a veces ya soy algo distinta y eso se nota con el sabor ya incípido que deja a la mañana siguiente - si es que deja algo. Tu mensaje es recibido pero en su gran porcentaje ya no hay una recepción más allá de eso. Aunque hay alguna pequeña falla, mínimo error en todo, ya no es para revolcarse en ellos como mierda flotando en el agua, sino que algo adentro te dice: ¡Ah! Tuve que equivocarme algo en una cosa para darme cuenta de todo lo demás.





Y esta vez... 
esta vez me importó algo más: lo que tengo ahora.

Mi vida se ha vuelto algo Scott Pilgrim, sin mentir. Lo exclamé en la mañana.
Como un casi Gideon, te puedes ir a la re-chuñia.
El aparato detrás del cuello se está echando a perder y ya encontré a mi Scott.


Pero en este caso, me doy bastantes honores por ganarme el poder de Self-Respect.
Porque realmente no necesito que Scott me salve de Gideon, sino también yo salvarme a mí misma.


+1.000 ptos para mí.
(de verdad destruirte de alguna manera, genera mucha más ganancias, y lo digo con una honestidad de corazón)


jueves

y tú, sabes qué?


















Hasta tú me comentaste una vez sobre mi extraña manera de demostrar mi cariño.
Lo sé, siempre lo he sabido, soy consciente de eso. No soy tradicional en ese caso. Y es que cuando tengo un lazo importante con alguien no es algo menor, por ende no seré general. Lo general es para la cortesía, para la muchedumbre y para salir del paso. Cuando alguien me importa tengo extrañas maneras de expresarme y creo que ya lo sabrás bien.


Te escribo porque hoy te extraño de una manera extraña.
(Hoy a la vez siento algo de nostalgia y no sé por qué necesito tanto de tu abrazo)


Te escribo porque sé que me lees, porque te he visto haciéndolo. ¿Por qué me lees?. Aquí hay sólo vestigios de mis melancolías, de mis dolores más que todo. Son pocas las sonrisas, y no porque sean pocas en la vida, las comparto menos porque me llenan más en la realidad y con eso basta. ¿Quieres conocerme? No sé por qué te permito a ti hacerlo, no sé por qué me lo permito ante ti. Es curioso y me confunde demasiado.


Aún no puedo contestarme con certeza qué tienes tú, día a día me lo respondo muy de a poco. Una vez te dije que me gustan tus manos, pero la verdad es que tomarlas es un gesto de gran confianza de mi parte, querer hacerlo es el contacto eléctrico primario para expandirme a ti, no sólo dejar expandirme por ti, sino que yo querer hacerlo y trepar por tu pecho.


Hay personas que dicen que no creen que las cosas pasan por algo. Yo no sé si lo creo rotundamente pero sí he tenido hechos que lo sostienen, y ten por seguro que no me equivoco al decirte que todo lo que la vida ha formado de ti te ha llevado a no ser alguien vacío. Te quiero porque no eres vacío. Te quiero porque por mucho que creas que dejas cosas que te gustaría ser de lado, hay mucho de ellos que te constituyen hoy, y te encuentro valiente que te alimentes con algo de ellos día a día. Te admiro por eso. Nunca te lo he dicho, pero te admiro por eso, te admiro por disfrutar las cosas mínimas que haces que te gustan y que te hagan feliz.


Yo creo en los tropezones que uno vive para constituirse de alguna manera... a veces negativa, a veces positiva... a veces temporalmente o permanentemente. Todos estamos dañados in our own way. Yo tengo un corazón roto entre las manos que me avergüenzo de tener. Si ya antes me complicaba mostrarme cómo soy, más me complica con un corazón roto pesando en garganta. ¿Quién quiere eso?. Ni yo lo quiero, realmente que no. Pero es curioso que a pesar de eso pueda quererte y dejarme querer por ti de esta manera. En serio, ¿qué rayos tienes?.


Te conozco hace mucho y te vengo a mirar recién hoy.
En realidad no te conocía del todo.




También tengo que ser una mujer hecha y derecha para mis cosas. Por suerte los dolores de la vida no me abatieron, pero sí cargo con muchos fantasmas, sobre todo hacia mí misma. Y si no han logrado volverme loca y patética, tengo que ser una mujer firme, constituida, renovada para entregar bien lo poco que tengo, para recibir lo que me den. Tengo que dejar de darme permisos que sé que están equivocados para dejar de mancharme gratuitamente, y si por último lo hago, que no salpique a los demás, tampoco darme permisos para eso.


Soy una mal genio de mierda, pero sé que tengo un lado colorido que encanta.
Es ese mismo el que te trajo por una parte hasta mí y quiero entregártelo con gusto.


Sólo tenme paciencia.

miércoles

reporte 17:59





Con el tiempo he dejado de escribir bastante, más bien he dejado de escribir lo que me gusta escribir o que naturalmente adquirí como identidad en mis escritos, esos que la gente me comentaba, cuestionaba, etc. Han pasado muchas cosas que dejé de redactar simplemente porque... no sé, no tengo idea por qué. A veces no escribo porque no tenga qué escribir... sino porque escribo demasiado, y a veces me avergüenza exponer mis debilidades (aunque a veces lo necesite).


Es curioso ser fuerte para mí - dentro de lo emocional, porque eso es lo único que me sucede - porque soy demasiado sensible y demasiado frágil, inmadura, sin voz, cobarde, insegura. Todo este tiempo he sido lo que podría decirse FUERTE. Y eso sólo un día pasó y los días siguientes fueron así y listo. Si alguien llegara a mirarme y comentarme lo fuerte que he sido - hoy - no podría más que derrumbarme por dentro y decir "pero puta que duele a veces serlo". 


Odio los flashes repentinos y odio que se me atoren en la garganta de imprevisto. Odio que broten en la piel todas esas preguntas sin respuestas que por un momento se escondieron, porque en realidad nunca se han ido. Odio las preguntas sin respuestas.


abreparéntesis.
Es fácil cuando no eres tú el chivo expiatorio.
La violencia no sólo destruye comunidades, sino que también las une.
cierraparéntesis.




Soy contradictoria: no me molesta la soledad, pero a la vez soy bastante dependiente.


Hoy estoy tratando de entender-me (venía ignorándolo hace medio año) en un contexto que contradice mucho de lo que solía creer. Nunca me he constituido en gran parte de manera autónoma, sabiendo que tengo mucho para poder serlo. Cuando me dejo depender - me sucede de manera inconsciente - me pierdo y sé que no avanzo ni crezco. Hoy por hoy estoy recuperando-me - junto a todas mis trancas de la vida siempre a la par - pero esta vez quiero realmente ser yo, y sé que si empiezo a depender de algo, no voy a estar lista para lidiarlo y voy a volver a caer en lo mismo. Quiero ser mi propio individuo y estar junto a otros individuos particulares más, y que sobre todo (no equivocarme otra vez) que sean ellos en sí mismos y no de lo que supuestamente crean a partir de las mas- car- as.


Gracias.

lunes

grand theft autumn.


Un muy amigo mío hace un tiempo me manifestó su inquietud con respecto a mi extraña fascinación por el otoño.

Y la verdad es que no tiene mucha ciencia, tampoco me voy a ir en metáforas baratas para pintar algo que con tiene una belleza en sí misma:
el cielo es un paraíso inexplicable, las nubes son una realidad paralela con la que sueño frecuentemente desde que tengo conciencia.

Atesoro el otoño en mí como una atmósfera ideal para mi vida. El otoño tiene un sabor distinto sobre los labios partidos algo rojizos, el otoño tiene un sabor distinto que me seduce curiosamente; el otoño tiene un olor que me acobija hasta la mirada. El otoño tiene canciones que resuenan en la garganta cual perfecta banda sonora; el otoño tiene colores que contrastan las emociones y que tiñen perfectamente las calles, a la gente, a las cosas.

El otoño me supera, el otoño me embruja.

El otoño soy yo. El otoño es yo. 

Quiero andar en mi bicicleta sobre las veredas cubiertas de hojas secas con locura.

Los grados de calor son mucho más disfrutables en este momento.

El otoño me recuerda mi lado soñador e ilusiorio de una adolescente que se enamora de las cosas insignificantes, que se enamora de las cosas que los demás no miran, el otoño desprende mi lado romántico de la vida y me hace más cálida que fría.

Hay muchas frases que invento en mi cabeza que me gustaría recordar a veces.

Extraño a veces componer las cosas que solía hacer, quizás las retome...
pero eso sucede sólo cuando es necesario, 
quiero encontrar nuevos rostros en mis palabras, 
quiero encontrar una materialización de las cosas que soy o que no era,
de las cosas que ya no soy y de las que tengo ahora.

Sigo siendo la misma, sólo que a veces distinta.






El otoño es una dulce melancolía para mí.




sábado

disparo.

Digamos que esto es caca.


Pareciera que siempre hay una explicación para todo, una justificación para todo, una razón para todo, un argumento para todo. Antes las cosas solían ser lo uno u lo otro y con algo entremedio; pero ahora es sólo una gran red para estirar la mano y alcanzar algo, lo que sea. Y no sé si alcanzo las respuesta que quiero o las que tengo que tener.


No sé si siento las cosas que quiero, o las cosas que me toca sentir.


Si te enamoraras... ¿lo sentirías de inmediato como un disparo en el pecho?


(pero) el miedo no es el enamorarse, el miedo es al dolor.

Una vez escribí, una de las tantas veces que escribí, una de esas tantas cosas que perdí a propósito entre mis reflexiones, que borré sólo porque podía hacerlo; dije que yo era mejor enamorada que pareja. 

Soy caótica y sensible, puedo darte la mejor carta de recomendación para que puedas quedarte conmigo, así como tengo una carta del mismo peso para provocar mi despido, pero a veces renuncio antes de aquello... o a veces no, a veces no tanto.

Las cosas suceden en el momento adecuado, las coordenadas de la vida se manejan así. El amor a primera vista no existe, la fidelidad me parece un caso en extinción, el sexo me parece más una cobija a oscuras, los besos me parecen pellizcones para no olvidar que en realidad estás despierto.

Odio el amor impredecible y amo el amor espontáneo.

Recobro el aliento de a poco, recobro las cosas de manera lenta.
Hay cosas suficientes para mí, y mi cariño no es gratuito, no, no lo es... 
Como hay cosas que no quiero, con todas mis fuerzas, contaminar... pero tampoco frenarme a perder aquellas miradas que me hacen sentir viva (en contraposición de la, a veces apestosa, honestidad).

Es curioso.

Una vez más vuelvo a ser yo...
pero no sé hasta qué punto, hay cosas que me confunden, que me confunden demasiado.






Y tú, tú me confundes aún más.


domingo

i've got the world outside.





No sé precisamente qué decir.


Por alguna razón tuve que rodar por una quebrada, golpearme, ensuciarme, rasgarme, machacarme un poco, pero ya cuando se detuvo, recuperé el aliento y me encontré en el lugar correcto para mí ahora. Estoy mejor. Sigo aprendiendo, sigo creciendo, pero lo que sí, es que sigo sonriendo... algo pasó en mí.




Y este tema, fantástico! 

lunes

just this.



This is nice... just this.

[las cosas son como Scott Pilgrim un poco, y me gusta]

miércoles

batcaves.





It's a good time for batcaves!
esta canción me pone violenta.

Caroline y Kap Bambino, qué buen disco el Black List.