Fue inesperado (el acercamiento), fue espontáneo (la desición), fue libre (en medio de la noche fresca) y fue gratificante (volverlo a ver).
Los años han pasado y pareciera tener un atisbo de que no han pasado tanto. Le dije que no era malo, al menos los recuerdos que tenía de él. Le dije que no me aburría estar con él en ese momento, a pesar de que él estuviera en otra parte por ahora. Sólo se dio y nos vimos. Le dije que realmente fue bueno verlo y que no me sentía mal-rara-arrepentida-whatever por estar con él en ese momento. Al contrario, me sentía a gusto con él y le dije que yo sólo estaba ahí para acompañarlo y porque quise estar ahí.
Tú no eres malo. Para mí no lo eres, nunca lo fuiste y nunca lo serás. Lo nuestro nunca fue algo que se haya roto tan oscuramente, porque no fue así, fueron cosas de terceros, y si la vida nos volvió a juntar ahora, sólo espero que no sea algo que se pierda así como así. Mi cariño estaba intacto a pesar de lo que nos haya separado.
La luna no estaba, pero la luna siempre fuiste tú. El gato siempre fuiste tú. El gato y la luna juntos: la sonrisa que brilla por sí misma sobre mí, las tonalidades SO-purple, el misterio que cargas contigo que creo que es lo que me une a ti, o esa presencia potente en lo oscuro.
La vida me devuelve a mi gato (el que había perdido) y a la vez, ojalá-espero, que nos devuelva lo que solíamos ser. Esto me puso feliz, y cuando quieras yo voy a estar ahí :)
pd: la mitad del tiempo fumo por gusto... el resto (sobre todo ahora) es simplemente una forma de fugar energía (por varios motivos). si sé que tengo que disminuir el consumo.
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