pd: me encanta esta imagen. |
Y es que no sabes, y es que no lo sabes... pero la verdad es que tú no lo sabes y en realidad yo tampoco lo sé hasta que me doy cuenta por sorpresa que Nada es más, que Nada es mucho, que Nada es algo sin título ni concepto, que Nada es una prudencia que disfraza una bomba en cuenta regresiva, que Nada deambula por los aires filtrándose en los suspiros profundos, esos mismos que me hacen respirarte cuando me acuesto. Nada es lo que tienes que decirme y decirte para entender bastantes cosas.
Soy como las rodillas que duelen cuando eres chico y empiezas a crecer. A veces me callo o a veces hablo demasiado (qué tonta!) y es porque lograste despertar algo en mí que había muerto (¿y cómo se concilia eso?), mis sensaciones están haciendo contacto para que avance, pero a veces me cuesta porque soy torpe: las heridas y los flashes de mi cabeza que rozan mis costras, mis detenciones y castigos que las rascan. Crezco de a poco y a veces crezco un montón. Tú me haces crecer sin el mayor esfuerzo y a veces crezco en mi soledad cuando te pienso.
A veces te miro y sé que me quieres con tu sola presencia. A veces me pregunto cómo me quieres tanto y a veces me pregunto por qué te quiero querer tan tan tan bien - me da miedo porque me da miedo fallarte, me da miedo equivocarme feo - quiero mantenerte conmigo en una de esas sonrisas de las que me clavas, quiero que seas una sonrisa si en el futuro me acuerdo de ti. Te quiero tanto porque te quiero en mis silencios, porque te quiero cuando no tengo que hacerlo, te quiero porque no tengo que pedírtelo y no tienes que exigírmelo.
Te miro y la sangre me eriza los sentidos cuando te tengo entre mis brazos, cuando siento tu peso encima del mío, cuando me dejo caer sobre ti e intentas hacerme el más mínimo cariño aunque sea con tu meñique. Te miro porque el sexo no es sólo sexo, te miro no sólo porque llegamos a un orgasmo material, te miro porque deseo cada parte de tu cuerpo, te deseo fundiéndote conmigo y liberando cada nudo que tengo en mi espalda con tus besos. Te miro y te contemplo, todas esas cosas tuyas que me gustan y que se contiene en tus manos, en tu cuello y en esa caricia simple pero de manera perfecta que haces siendo sólo tú.
Me voy de madrugada en una micro y no tengo que pensar demasiado en ti, con sólo concluir lo feliz que soy contigo me es suficiente.
Te miro mucho rato y el argentino te pregunta si soy tu novia y le dices que no. El argentino se queda como esperando una respuesta y ambos nos miramos como "eeeh..." y él nos dice "amigovios... son amigovios. así se le dice ashá en argentina". Nos miramos y nos reímos no más.
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