miércoles
necesito.
Yo no sé en qué momento me metí en la cabeza que ser fuerte implicaba ser una piedra,
no sé en qué momento mi cabeza figuró que la fuerza prescindía de lágrimas, confusiones, contradicciones;
no sé en qué momento mi cabeza idealizó ese estado y en qué momento me embobé con equivaler el estar cerca de aquello con la madurez... cuando nunca fue así. (ser fuerte es una decisión, no es un súperpoder).
Quiero ser S E N S A T A !
quiero serlo lo más que pueda.
quiero serlo dentro de mis equivocaciones, sé que seguiré tomando caminos erróneos,
pero quiero ser sensata al momento de levantarme del tropiezo.
no quiero contaminarme de esas cosas externas que nunca quise ni he querido ser.
También siempre esperé a que alguien me salvara,
pero tengo que entender que estas manos no las controla nadie,
que estos ojos han visto cosas que otros quizás nunca sabrán,
éstas lágrimas las conocerán, pero son a mí a la que le han quemado los ojos, dejándolos más chicos.
Necesito un cambio en mi vida, necesito probarme cosas nuevas.
Me pregunto si he cambiado, me pregunto si eso lo sabría predisponiéndome o poniendome a prueba...
Sea lo que sea, eso tengo que verlo pero en cosas distintas ahora para mí, pero no sé por qué siento que algo grande me falta. Me preguntan si estoy frustrada... y no, aparentemente no (yo sé que en el fondo sí lo estoy, pero es algo que interiormente lo empecé a lidiar hace tiempo), pero es por eso que necesito sentir hacer las cosas distintas. Quiero finiquitar cosas, quiero quitarme capas... no quiero dejar de ser una buena persona que simplemente ha tomado decisiones weonas.
Soy tonta y no sé por qué me quedo corta.
Me preguntaba cómo sucedían esas cosas que uno de primera instancia no tiene pico idea cómo irán a resultar y ya cuando terminas el proceso te dices "lo aprendí, no me quedé atrás, me costó, me gustó, esto me desagradó, pero lo logré sin esperar que lo haría"... a veces uno se sorprende no más, sólo se deja suceder, pero estas sensaciones realmente me ponen nerviosa... pero creo que no podría vivir sin ellas.
Pero tampoco quiero sentir que dejaré todo fluir y encontrarme siendo nada.
Eso, no me lo puedo permitir.
Hablo poco, pero cuando hablo, hablo mucho.
El día que decidí dejar de decir cosas de más.
El día que decidí quedarme callada.
El día que decidí dar mi opinión cuando me lo pidan.
El día que reduje bastante el cigarro (por un rato?)
El día que me he vuelto a sumergir en los sueños.
El día que acepté que las cosas se tienen que cortar definitivamente.
El día que aprendí que con la gente no hay que involucrarse tanto NUNCA, pero es que NUNCA.
El día que... volveré a esperar el día en que deje de sentirme como una pendeja.
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