Impresión
Ella abrió los ojos un momento esa mañana y vio que él también empezó a abrirlos un poco mirándola con una leve sonrisa. Ella lo contempló un par de segundos y cuando volvió a a cerrar los ojos pudo seguir viéndolo; no como un recuerdo en su cabeza, sino como si le hubiese sacado una foto, como si se hubiese impreso en sus párpados.
Lo mágico sería que al volver a abrir los ojos, él siguiera ahí...
ResponderEliminarBesos tibios, querida amiga escritora.