Anoche tuve un sueño.
Un sueño que no tenía desde hace tiempo.
En ese sueño, volvíamos a tener 13 años,
estábamos en un campo inmenso completamente cubierto por la nieve,
la luz de las casas se veían a la distancia, titilaban como estrellas,
caminábamos sobre la nieve fresca pero no dejábamos ninguna huella.
Y así, uno junto al otro pensábamos
"algún día podremos volver a ver las flores del cerezo juntos, sin albergar ninguna duda"
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