domingo

¿despertaste?

Si me preguntas qué es lo que me queda te diría lo siguiente:


Tengo una canción arrugada entre mis manos que escribí demasiado tarde
Sueños de otoño entre las sábanas gastadas
Una caricia congelada entre mis dedos inmóviles de la suspensión
Y el abrazo más fuerte que busca fugarse en roces cotidianos


Tengo canciones que van dedicadas a nadie, sin destinatario,
pero en realidad ya ni siquiera tengo canciones en la lista de espera
Tengo entonaciones nuevas que encontré para que nadie las escuche
y un lápiz con la tinta seca de no escribir en las hojas desteñidas


Tengo gestos atesorados que llegaron cuando ya no los esperaba
pero no eran más que gestos, así que sólo los guardé en un cajón
Tengo miradas para alguien que no precisamente las querría
Tengo los ojos apagados porque sólo quieren soñar.


Tengo tiempo para esperar algo que ya dudo que llegue
Tengo los pies plantados en un paradero incierto
Tengo una incertidumbre entre dientes que se escapan en suspiros
Y tengo un reloj que no sé si está detenido o anuncia una hora inexistente


Tengo rabias, tengo penas, tengo resentimientos y tengo incomprensiones
Tengo una burda justificación para lo que entiendo y lo que no
Tengo un llanto impregnado en los nervios de mi cara 
esperando un mensaje aliviador para limpiarme los ojos desde la raíz


Tengo una risa idiota que quizás no te guste, pero me gusta reír
A veces actúo para impresionar, pero otras impresiono sin siquiera actuar
Tengo el doble de mi peso ahogado hasta el paladar
Y tengo una pelvis ardiendo de cosquillas que llegarían a ahorcar


Tengo un corazón roto que no le sirve a nadie
Tengo un corazón roto que no me sirve siquiera a mí
Tengo un beso cálido que no sé quién querría
porque sería vomitar en su belleza una maldición que me porfía


Tengo una larga carta explicativa de por qué ya no soy la de antes,
pero aún tengo demasiada pena para empezarla a redactar
No tengo recetas, no tengo fórmulas y no tengo técnicas
Sé que no soy una víctima y sé que tampoco soy una victimaria






Hoy tengo sólo un instinto, y no sé si llamarlo que sea Necesidad.

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