limónsoda.

Esta entrada se llama limón soda porque sí.

Ahora entrando a buscarle algún sentido, últimamente me dedico a pensar en la cadena de ideas que pasan hilando por la cabeza de uno para llegar a lo último que estabas pensando.

Por ejemplo, estos últimos días estaba pensando en mis aburridas vacaciones de verano que tuve esta vez; de la poca plata que logré juntar para irme de la ciudad aunque sea 1 semana antes de entrar a clases; de que sólo conozco viña y viña me encanta; de que en viña prácticamente se pueden hacer cosas parecidas que en santiago pero más baratas y sin el calor infernal de esta temporada. De que allá con 10 lukas pasas una buena noche en un buen local y acá se hace muy poco. Que estaba tan amurrada que pensaba que salir aquí, aparte de que 10 lukas se te hace NADA, que lo que disfrutas en Santiago sería sólo un par de horas a lo que me hace sentir disfrutar todo un día en Viña. Pensé en lo sucedáneo, pensé en lo peor es nada...

Y finalmente me encuentro que en mi casa no quedaba bebida, sólo un poco de Limón Soda. Cuando tengo sed, sólo se me pasa con agua. Las bebidas que más me cargan son la Canada dry, la seven up, la limón soda. Pero necesitaba después de algo de sabor en mi boca y me serví la limón soda. La bebo. En 1 microsegundo siento sabor rico, después el sabor del limón que es lo que no me gusta, luego el gas. La miro, porque aparte pareciera agua sucia y digo "por qué estoy tomando esta huevá?". Y pienso que es como lo mismo. Es lo que hay, ayuda un poco, pero igual no puede Gustarte.


Vuelvo a mis bloggerías.