jueves

de mí .

Me aburro porque soy metódica. Detallista, perfeccionista. O un tanto 'cuasi' de ello. Soy maniática, soy pegada, soy traumada. Dentro de lo que puedo, ciertamente.

Y no puedo dormir. Miento. Siempre puedo dormir, pero me cuesta. Si no me acuerdo de, sobre todo, un nombre, título, palabra, oración, no me quedaré tranquila hasta que lo haga. Puedo estar hasta en un carrete de lo mejor y eso estaría gatillandome toda la velada.

Y el calendario, no son sólo números. Son números bien agrupados, a veces odiosamente disparejos, a veces más largos, a veces mucho más. Cortados, rebanados, envueltos. Y me disparo. Y agarro una hoja y esquematizo infinitamente esos simples números.

Por eso quiero que se termine el año pronto. Porque todas las cosas que tengo que hacer empiezan el 2 de enero (que también me revienta que empiece ahí y no el 1, y que el 1 no sea lunes, sino martes) . Y todas esas cosas quiero empezarlas YA, antes que me de la lata. Pero aunque me de la lata tengo que hacerlo igual, pero ahora tendría mucho menos. Y no podía empezar ahora porque el calendario estaba cortado, pausado, colorado, agrupado. Me desespero.

Y si bien, dentro de esto sólo puedo (y solamente lo sé) es hablar de mí. De mí, de mí, de mí y de todo lo que es mío, sí me gustaría aprender a escuchar, y sí me gustaría ser bien bien mujer para manejar muchas cosas a la vez. Por muy mito urbano que sea, (bueno, yo sé mascar chicle y caminar que sea), pero no puedo manejar tanta información a la vez. Tengo que hasta gritar ALTO! y dejar todo amontonado el menos tiempo posible antes que ese desorden me desanime.

Y sí, me gustaría aprender a tener más atención, y multi-atención, y manejar la información. Y también para eso me gustaría saber qué es lo que a la gente le interesa leer, más que el 'confessions of a drama queen' de este humilde espacio. ¿Eh? .

domingo

ingenua paloma.

El profesor C.B era un guapo. Inmensamente largo, flaco, de ojos azules y cabello rubio. Simpático, divertido, serio, inteligente, irónico y no pasado a CACA.

Una de las pocas fotos que que podría llegar a tener junto a este tipazo me tocó al azar a mí y yo no atiné más que a poner una cara espantosamente horrible y endemoniada, la cual claramente censuro mis ojos diabólicos que desteñían en mala tal imagen de valor envidiable para alguna de nosotras, novatas-chillonas- desordenadas y porfiadas mayoría de alumnas de primer año de teatro.

Esa soy yo, al natural, no me veo muy pintosa porque así soy. Sumando que son fotos de mi personaje de examen de segundo semestre. Yo era una de las "Ingenuas Palomas" de Alejandro Sieveking. Con un maquillaje como puerta egipcia, un vestido pasado de moda, un cabello rizado como poodle, y zapatos de tacones rellenos con confort que nunca aprendí a usar. Más mi constante entrenamiento para mi personaje de vieja histérica para gritar CALLATE muy fuerte, y mi acertada risa de vieja culiada que a todos les parecía gustar mucho.

Ese fue mi condoro fotográfico, pero esta historia terminó en un final feliz. No, no tuve un romance con el señor B, sino que aprobé mi ramo finalmente con el apoyo de muchas de mis compañeras las cuales antes yo era practicamente invisible.

jueves

dulce.



Yo no soy...

El otro día venía pensando a raíz de algo que no recuerdo que yo soy una cosa rara y, sobre todo, fome. Y no pretendo que me digan lo contrario, sobre todo cuando trato de no serlo e igual me dicen cosas como "Poca energía, fome, no usa sus brazos, duda permanentemente, simple, no sabe qué hacer... Ok, póngamosle un 4".

No, no me da lo mismo, pero qué le voy a hacer. Me siento como una cosa rara porque siento que tengo un cascarón, una envoltura de cierto modo atrayente como para que alguien se intente acercar a mí, pero bajo eso es como un vacío, como de estos huevitos de Pascua que son huecos por dentro que uno masca y se dice "uhm... será!".

Pero mientras pensaba la analogía de mi denomidada Cosa Rara, se me vino a la mente un Kinder Sorpresa. Claramente, no soy tan rica como un Kinder Sorpresa (que está de más recalcar la impotencia que da que sea tan delicioso pero que venga tan poquito, todo para que el juguete quepa dentro). Bueno, quizás esa es la sensación: atraigo, me mascan, un rato tengo buen sabor, al otro no porque no hay más. ESA ES LA HUEVADA! . Cuando creen que tengo algo rico se dan cuenta que es muy poco. Hasta yo sé lo poco que es. Soy fome. Pero tengo dentro un juguete que la mayoría de las veces no nos gustan o los encontramos sin brillo, pero muy poquitas veces a uno igual le gusta. Supongo que esa es la sensación.

Fome soy, porque no soy una gran televidente, tampoco soy muy amante de las películas, tampoco me gusta leer, no hago deporte, no hago ninguna actividad cultural ni atlética, no me gusta cualquier tipo de música, me carga salir con calor, no puedo ir a tomar once donde hay mucha gente porque me cohíbo, me da vergüenza ponerme traje de baño, tampoco soy tan computina o tengo conocimientos de muchos juegos, soy inculta, no sé de política, sé un poco de la música que a mí me gusta, tampoco tengo muchas historias para compartir, no tengo un grupo estable de amigos para parrandear, y siempre tengo sueño.


Y es como medio fome, ¿cierto? .
Y es como medio complicado, ¿o no? .
Y es un tanto inusual... también.


Dejó gusto amargo en ti .
Soy amarga, amarga, amarga, amarga.

domingo

poeta.

No vamos a balancear las cosas
en este momento, amor.
La luna no siempre brilla más
cuando marca la medianoche.

No voy a buscar palabras
ni voy a errar por su camino húmedo,
para decirte, para decirte, amor,
que las palabras no se trata de conjugarlas,
que las palabras no se trata de pintarlas,
que las palabras no se trata de borrarlas,
de tacharlas, de mancharlas,
desteñirlas con una gota tibia.

Que las palabras tildan una emoción,
que tus palabras subrrayan una devoción,
y que mis silencios son también palabras,
palabras que a tu nariz le cuesta percibir.

Que no hablamos el mismo idioma,
pero que mis ojos quisieran ser como los tuyos,
entre ellos conversan algo,
que ni tú ni yo podríamos fácilmente entender.

Es cuando te pido que me hables en francés,
y yo quiero hablarte en color,
color y color que en la pluma de tus dedos
se ha logrado impregnar, lo sé.

En tu alma de poeta hundido,
advierto al leerte,
que en tu alma de poeta sumergido,
ahogas tu delirio,
ahogamos nuestro delirio,
y respiramos una vez más.

Y es cuando en sueño
son muchas las palabras que tenemos
que corregir antes de cantar algún soneto
o balada que cante sobre nuestros párpados
antes que vuelva a amanecer.

martes

headphonist.




Estoy caminando solo otra vez,

con mis audífonos puestos
Y no quiero más esto,
de golpear las calles sin un acorde.

Ahora la ciudad es mi canción
donde me sumergo
tomando una larga caminata
alrededor de la cuadra.

Cada pequeño paso,
Cada paso alguno
se vuelve una nota
que dibujo sobre las lineas de la acera.

Estoy caminado solo otra vez,
con mis audífonos puestos
Y realmente realmente quiero correr
Pero en este momento
estoy escuchando una canción muy muy suave.

Estoy caminando solo otra vez,
con mis audífonos puestos
y ahora hablo y estoy gritando
porque no puedo escuchar mi propia voz.

Estoy caminando solo otra vez,
con mis audífonos puestos
Tengo que caminar entre el smog
detrás de los anteojos de sol,
dentro de mis ropas.

A veces siento que cada cosa simple tiene un sonido,
y si es así... ¿qué forma tiene el silencio?

Aunque el silencio sigue conmigo,
nadie puede oírlo.
Aunque el silencio camina conmigo,
Nadie puede realmente oírlo.

A veces siento que todo tiene un sonido
y si es así... ¿qué forma tiene el silencio?
Una noticia brillante?
un tamaño de bolsillo?
uno blanco?
uno humeante?

Uno que puedes usar como un tatuaje,
o como una bandera, como un paraguas
que te proteja contra la lluvia de sonido
que la ciudad tiene?
O tal vez es un paquete
de donde viene el sonido.

Aunque el silencio sigue conmigo
nadie puede oírlo.
Aunque el silencio camina conmigo,
Nadie puede realmente oírlo.
Aunque el silencio sigue conmigo
nadie puede oírlo.
Aunque el silencio camina conmigo,
Nadie puede realmente oírlo.