Mirada.
- Te has pasado la mitad de la noche molestandome.
- (él sonríe)
- Y la otra mitad... (intentando dividir por porcentajes los momentos de conversación, pellizcos, cigarros, carcajadas...)
- (interrumpiéndola) ... y la otra mitad mirándote.
- (silencio).
Ella sintió esa mirada lejana pero penetrante en todo momento, como si respirase encima de su boca.
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