La otra vez soñé que estaba en una casa grande, con hartas personas. En un momento llegabas tú, yo sabía que llegabas tú, pero nunca nos cruzábamos, nunca me viste porque yo me escondí en el baño, podía verte a través: no llegabas solo, llegabas en familia. Tocaron la puerta del baño, y pude verme desde afuera a mí presa de la sorpresa y a ti esperando afuera. Sabías que yo estaba ahí, de alguna manera lo sabías y yo podía verlo en tu cara. Más yo no quise responderte, ni hablarte, ni abrirte. Te marchabas.
Anoche soñé que estaba en un supermercado, haciendo cualquier tontera, y de la nada llegabas tú. Me veías, yo te veía, y te daba un abrazo gigante, tendido, y feliz. Me miraba desde afuera nuevamente y mi cara era de paz, de verdad me alegraba mucho verte.
Me pregunto si alguna vez te volveré a ver.
Me pregunto si es que me sigues leyendo.
Te extraño a veces, sépalo.
te leo y te sigo extrañando
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