domingo

cortorelato 7.

Cuando cayeron mis lentes de contacto.




Sentí unas ganas incontenibles de sostenerme la cara entre las manos... 


(La verdad es que los malos sentimientos que empezaron a producirse en mí 
no han provocado que genere una fuerza, sino que me duele tanto el hecho de tenerlos que siento más tristeza que coraje). 
"Ojalá nunca te hubiera conocido" 
es en lo único que puede resumirse la infinidad de cosas y veneno que inyectaste en mí. 
Siento que estos vómitos, flemas, diarreas, llantos son una manera de desintoxicación, 
una manera de fugar la mierda que llevo dentro de una manera más superficial. 
Es una mierda odiar algo que quisiste tanto (y eso no me da fuerza, de hecho, me la quita).


... Me sostuve el rostro entre las palmas y cuando las alejé de mí, mis lentes de contacto estaban entre mis dedos. No sé si mi leve llanto contenía mucha potencia que los arrojó de mí, o si mis dedos inconscientemente removieron mis párpados para soltarlos de ahí, o si simplemente ellas se dejaron caer como un intento de suicidio. Tengo problemas a la vista y esa es la verdad: los lentes de contacto son sólo un filtro, un corrector, una muleta. Me hacen ver mejor, pero un mundo postizo. Quizás algún día aprenda a dormirme con ellos sin que me infecten los ojos porque hasta en los sueños quiero dejar de tener pesadillas.


Te convertiste en una pesadilla y quiero que salgas de mi cabeza porque no eres bienvenido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario