lunes
mojado.
(algo breve, cuando debería estar estudiando.)
Me acuerdo de ese día como si lo tuviera marcado con un anexo en un cuaderno.
Me acuerdo de esa alegría, de esa melancolía, incluso de la "bromista" melodía,
que solíamos volver himno con un amigo en circunstancias como esas.
"No importa lo que venga", esa es una historia que alguna vez mencioné,
pero que no detallaré en este caso porque quiero decir, sólo quiero decir:
Que no importó lo que vino, que no importaron las olas, la espuma, el mar.
No importo no verlo, no importó en reflejo sostenerme a tus brazos,
no importó entregarme a la altura de tu cabello entre mis cejas, mis ojos, la frente.
Quizás sí el agua meció mi cuerpo, meció el suelo, meció el viento,
quizás sí la espuma acarició mis pies, mi piel, mis dedos,
quizás sí las gotas aterrizaron en mi cintura, la ropa, los codos,
y quizás sí la humedad besó mis labios, mi rostro y mis párpados.
Pero entre todo eso estabas tú,
entre la marea y la brisa, estabas tú,
quizás los lentes se me pudieron haber caído,
quizás un simple desliz los podría haber demacrado,
quizás un camarón me los podría haber robado.
Pero en medio de todo eso, estabas tú,
junto a mí, abrazado, cegado encandilado por el sol,
helado congelado por el agua del mar,
mojado y empapado hasta las rodillas sin arremangar.
Estabas tú, alzandome entre tus brazos,
y yo a ciegas, a oscuras, sin siquiera oír riendo te dije:
OOOHH... MALDITO, SABÍAS QUE VENÍA LA MANSA OLA!
Sin saber que no era simplemente eso, y tú tampoco.
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ooh, me has hecho sonreir con este post. digo, tienes razón, muchas veces no importa lo que pase, se hace más sobrellevable cuando estás con la persona que quieres, todo se hace más fácil, y una alegría compartida es aun más hermosa :D
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