Avenida Buenos Aires es la nueva novela de mi vida.
Ya llevo 3 meses acá, y no todo fue color de rosa como yo esperaba. He tenido sus capítulos desde que llegué, y puedo decir que he logrado llevarlo mejor de lo que pensaba, algo mejor de lo que lo habría manejado antes. Lo he pasado bastante bien, hay muchas cosas que me gustan, y lo mal que lo he pasado, no ha sido nada tan terrible, pero son tropezones weones que me pego porque así soy y suele que me suceda. De a poco voy aprendiendo, de a poco voy asimilando cosas. Pero debo decir que recién HOY HOY HOY, a pesar del positivismo con el que me vine (que me ayudó bastante para empezar, y por suerte existió, porque si no hubiera encontrado eso que me encantara acá, que fue lo que encontré cuando vine en el verano, me habría dificultado (yo) bastante más), recién hoy luego de estas cosas buenas y algunas tontas que me siento nuevamente en equilibrio y estable para poder disfrutar más lo que está sucediendo. Abrir un poco la mente, de poder adaptarme a la variabilidad, que claramente NO es mi preferencia, pero me ayuda a salir un poco de mi metro cuadrado, y aprendo cosas básicas que uno pasa por alto, como "buenos días", pero de verdad y no por mecanizar. Mirar a la gente a la cara y decirle "Hola, Buen día!" y que te digan "Cómo estás?" aunque no te conozcan, o adquirir eso, y que la señora del cyber que al principio fue bastante descortés conmigo ahora me diga "hola niña!" porque un día la increpé con un dulce "hola, cómo está? cómo le va?"... Conozco más cosas, las cuales sí, como bien mecanizada que una viene ya sea de fábrica, va cediendo, y así ya no todo me incomoda tanto, aunque eso hace que también más quiera a mi círculo y más aprecie lo mío, mi entorno, lo que tengo allá en Chile, y lo que cargo aquí conmigo. Creo que acabo de tener un momento de lucidez que he venido construyendo de a poco, dándome cuenta día día en detalles. Me siento recargada, renovada, espero ya poder sacar más y mejor provecho de aquí en adelante. No he escrito casi nada porque me he dedicado más a ocuparme que a preocuparme (lo cual no quita que me pasen cosas que me dan ganas de compartir), pero la vida semi-sola es distinta... y yo, que soy la reina de la pre-ocupación y sobre-pre-ocupación, estoy aprendiendo a bajarle el perfil a las cosas, a no agravarme por todo... creo que sinceramente esta es una enorme inversión para mí y para poder ser con los demás, con los que me acompañan sobre todo día a día, o cuando pueden se hacen presente y me preguntan "hola cómo estás?" aunque no sean personas con las que hablo seguido. Ya quiero viajar a Chile para poder estar un rato en lo mío y expandir esto que estoy madurando.
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