hace tiempo que no escribo de esas cosas que dicen poco pero dicen harto a la vez, de ese correr de la consciencia que la razón ayuda a hilar un tanto para comprender(me). hace tiempo las cosas me pasan por encima, y hace tiempo me cuesta retener(me) por último a esas otras cosas que sí me complacen. hace tiempo me aburrí de ser pública, y hace mucho más me aburrí de ser privada. y no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto, no es culpa del resto... ya lo dije, y qué? eso tampoco me ayudará a solucionar los enrredos que tengo ahora. el problema soy yo y odio que lo evidencien, soy egoísta porque me doy permisos que no doy a nadie y soy egoísta porque le doy permisos a los demás que menos me doy a mí. extraño cosas pequeñamente inmensas, extraño cosas que creí concretar pero las perdí. quisiera ser tu musa, pero no lo soy y nunca lo seré, y eso... eso tampoco es culpa tuya.
soy ruido, ruido, ruido... y eso, es sólo culpa mía.
Esto no lo tengo tan fresco, creo que tuve esta pesadilla en las vacaciones de fiestas patrias, y recién ahora tengo tiempo para escribirlo. Pero ya no lo tengo tan fresco como entonces; aún así tengo que incluirlo a mi blog, porque TUVE UNA PESADILLA CON WILLIAM DAFOE.
Es súper raro de explicar por motivos tales como cuando uno en sus sueños, juega el papel de narrador, de personaje, de protagonista, de testigo, entonces derrepente eres tú, luego eres otra persona mirandote desde afuera, etc; o por esos espacios qué son tan simples, pero tu mente las dimensiona de una manera que cada vez que intentas explicarlos, suenan aburridos y simplones, pero realmente son enormes y llenos de atmósfera.
Cerca de la playa, había una especie de patio de comidas con comedores exteriores que daban al mar. Era de noche y estaba iluminado como interior de cine (en el exterior, cachense), los pasillos eran alfombrados, y las murallas de cemento, pero se supone que todo era refinado, como un ambiente hollywoodense.
En fin, paseabamos por esos pasillos, y yo era la esposa de William Dafoe, cual esposa de Hollywood en la alfmobra roja. Él iba escoltado por unos 3 mafiosos. A mí me daba mucho miedo, era como una esposa glamorosa pero muy reprimida. Reprimida porque (en este momento tengo flashbacks) supuestamente yo y Dafoe eramos muy guapos cuando jóvenes (cuando nos recuerdo a ambos jóvenes, veo a Dafoe normalmente joven y a mí, siendo Alexandra Von Hummel en la actualidad), y nos amábamos con locura, eramos guapos y estupendos, aguerridos como Natural Born Killers. Recordaba que nos gustaba algo de sadismo en nuestra relación, pero era gozosa, pero mentras voy sumando las imágenes a mi cabeza, va evolucionando los daños que iba dejando eso en la relación y que claramente quedaron muy marcados en mí. William Dafoe era William Dafoe en Wild at Heart.
La cosa es que volviendo al presente, yo sentía mucho miedo y demasiadas ganas de escaparme de ahí, de escaparme de Dafoe. Pero no podía, porque Dafoe era increíblemente violento y estaba escoltado por mafiosos que me harían re-cagar. Por ende, recorría el lugar con la presión de escaparme como sea porque no podía soportarlo más. En un desliz, como en cámara lenta todo menos yo, me arrancaba. Esta infraestructura estaba por la costa pero inmediatamente pegado a él habían unos cerros.
Yo corría por los cerros y cuando iba bastante lejos, veía (de afuera) cómo Dafoe se daba cuenta de mi traición y corría a buscarme con los demás. Yo corrí, corrí, corrí, hasta llegar a una casa pidiendo que me escondieran, por favor, que estaba desesperada. La dueña de casa era la tía de mi pololo que estaba en pijama cocinando sopa probablemente, muy poker face, pero aún así nada me hizo comprender la negación de quedarme ahí, así que me escondí en otra habitación que era octogonal y había al medio una cama de dos plazas.
Yo sentía una estampida corriendo fuera de la casa, y sentía miedo. Eran muchos scouts que se iban corriendo a acampar (loco, corriendo, demasiado motivados) y un scout era el Kako que exclamaba "Puta que es rico acampar", y se iban. Me sentía aliviada que fuera sólo eso, pero aún estaba asustada y pedía a gritos que cerraran las cortinas de cada ventana que se encontraba en la octogonal habitación, y en cada ventana había una compañera mía agarrando las cortinas y hacían como que cerraban las cortinas pero quedaban a medias.
Me empezaba a quedar dormida en la cama, sobre ella, claro... Aquí debo sumar que yo en la vida real, de vez en cuando me da una cosa rara al dormir (que a muchos les pasa) que sienten que están despiertos pero tienen los ojos cerrados y no se pueden mover; y yo cuando siento que voy a entrar a ese estado o cuando "me despierto inmóvil con los ojos cerrados" siento la respiración (real) como un bostezo y es como si el bostezo se me quedara en pausa en la mitad y es desesperante. Bueno, cuando yo me quedaba dormida en el sueño, cada vez que me venía eso, la cama se elevaba conmigo y yo sentía que me movía desesperadamente para despertar y no podía. Se me pasaba, pero a los 5 minutos me volvía de nuevo (5 minutos dentro del sueño, claro). Y así estuve un buen rato, pero sólo en el sueño, nunca me sentí así en el cuerpo real, porque en ningún momento me desperté ni necesité despertarme y desconectarme del sueño.
Luego de estar largo rato en eso, me despertaba (en el sueño). Y aquí yo era una observadora omnisciente de mi sueño: veía llegar a William Dafoe con mucha gente, enagenado, pero aquí hay un borrón que conlleva a que Dafoe tuvo un accidente gigante y estaba a un paso de donde yo estaba y le pasaba algo terrible que lo llevaba a sacarse los ojos, cual Edipo Rey. Lo veía en algún rincon sucio de una ciudad de francia, transformado cual vago, desterrado de su mundo hollywoodense, arrastrándose inmundo por los rincones.
Yo, o lo que veía que era yo, era Alexandra Von Hummel otra vez, en alguna calle de Francia, detenida conversando con alguien y William Edipo, estaba apoyado en una esquina, a unos 2 metros míos. Ahora que lo analizo es súper estúpido, porque él no podía ver, y yo estaba conversando con una persona y yo pensaba que para que no me reconociera, yo en vez de responderle verbalmente a esa persona, sólo movía la cabeza para que Dafoe no me escuchara.
¡Pero si estaba ciego, no sordo! La weá tonta...
En fin, desperté de este sueño, no con la respiración alta sentándome en mi cama abriendo los ojos y apoyándome en mis manos a lo largo. Desperté porque estaba empapada en sudor, muy muy sudada. Me levanté a tomar agua y después no pude acostarme con la luz apagada.