martes
ruido
"charly no haría una cosa así: vomitar toda esa mierda que tiene en la cabeza".
aborrezco a los engreídos, y me aborrezco a mí por no saber creerme un poco... porque me siento mentira, porque sé que no sé nada de lo que debería saber y no voy a presumir de lo poco... pero odio que los demás crean que saben y el resto les compre, y me siento minimizada de todas maneras.
odio que les funcionen esas cosas que yo siento que no podría soportar, y no puedo soportarme por no tener una palabra que decir, o más bien, porque me critican que tenga ALGO que decir, cuando no quiero.
"tell me what to swallow"... eso escucho en este momento, creo que nadie podría decirmelo... creo que me han recetado muchas cosas y ni yo sé qué me he automedicado cuando las cosas funcionan bien. No, no debería cranearlo, pero lo craneo cuando no funciona...
o estoy en el lugar o en el momento o en la persona o con las personas o en el camino o lo que sea equivocado.
tengo ruido en la cabeza, tengo ruido en el alma.
tengo ruido cuando miro afuera, tengo ruido cuando miro adentro.
no sé qué quiero.
¿cuándo podré callar y ser discreta con mis cosas?
jueves
brecht
- Papá: he venido a despedirme de ti. Me voy, y no voy a volver nunca más.
- ¿No verás mañana a Oliver?
- ... No tengo cita con él.
- Pero, te pasó el brazo por los hombros ¿y no te dio una cita?
- A ver si nos entendemos papá. Cada vez que me he ido, ha sido a causa de una pelea. Hoy he comprendido algo acerca de mí mismo, e intentado explicartelo... pero no soy lo bastante listo como para exponértelo con claridad. No importa de quién sea la culpa, ¿de acuerdo?. Ahora vamos adentro y se lo contaremos a mamá.
- No, no quiero verla.
- Vamos.
- ¡No! ¡No quiero verla!
- ¿Por qué no quieres verla?
- ¡Déjame tranquilo! ¿quieres?
- ¿Qué significa eso de que no quieres verla? ¿No querrás que te llame COBARDE, verdad?... Entiende: Tú no eres el culpable; YO soy el culpable y el vagabundo, ¿de acuerdo?. Ahora, vamos adentro y se lo contamos a mamá...
- ...
- ¡Vamos, papá! ¿No has oído lo que te he dicho?
- ¿Has plantado las semillas, Willy?
- Ya hemos puesto las cosas en claro: me voy, y no voy a volver nunca más.
- ... Creo que es lo mejor, querido. No tiene sentido seguir así. Ustedes dos nunca se van a llevar bien.
- Si alguien les pregunta a dónde estoy y qué hago, díganle que no saben y que no les importa. Así se lo podrán quitar de la cabeza y podrá volver la alegría. ¿De acuerdo?. ¿Vas a desearme buena suerte, papá?... ¿qué dices?
- ...
- Dale la mano, Willy.
- No es necesario mencionar esa estilográfica, sabes.
- No estoy citado con él, papá.
- ¡Pero te pasó el brazo por los hombros y ¿no te dio una cita?!
- ¡NUNCA podrás verme tal como soy! ¡No tiene sentido seguir discutiendo! Si encuentro petróleo, te doy un cheque. Pero mientras tanto, olvídate de mí.
- ¿Te das cuenta cómo me odia?
- Dame la mano, papá.
- Ni hablar.
- Pensé que me iría de otra manera...
- Pues así es como te vas. Adiós.
(...)
Del examen de tercer año en Bertolt Brecht, "La muerte de un vendedor viajero" (o viajante para otros).
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